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Entrevistas: SERGIO MIRA JORDÁN
La literatura negra es atemporal y no debe morir.
Sergio Mira Jordán

— ¿Acaba de publicar, con gran éxito, EL ASESINO DEL PENTAGRAMA, una trama criminal en donde se mezclan los asesinatos con las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach y sus enigmas. ¿Qué puede decirnos de esta compleja apuesta?
— Esta novela habla de misterios musicales, de enigmas históricos en la figura de Bach, pero, ante todo, es la historia de un solitario profesor de conservatorio, lejos de su Madrid natal y de su hija, que, justo cuando cree alcanzar la paz y la tranquilidad en su vida, se cruza con ese "asesino del pentagrama". Y todo empieza a desmoronarse. Por circunstancias, el narrador y protagonista, David Busquiel, se ve envuelto en esos crímenes, cercado en su conservatorio y en esa pequeña ciudad, ayudando a los investigadores del caso, algo para lo que, a lo mejor, no estaba muy preparado.

— En la novela nos explica misterios y enigmas en torno a la figura de Bach ¿Qué dicen estos misterios sobre él? ¿Existen más enigmas en otros compositores clásicos?
— Principalmente, el mayor "misterio musical" de Bach viene dado por su apellido. En nomenclatura musical, la B corresponde al si bemol, la A al la, la C al do y la H al si natural. Por tanto, su nombre puede formar una melodía y se puede comprobar en sus partituras cómo el mismo Johann Sebastian Bach utilizó la melodía de su apellido para terminar una obra o para iniciar un tema. A partir de ahí, otros autores de música clásica han hecho algo similar. Sin ir más lejos (y en una época tan reciente como el siglo XX), el compositor estadounidense John Cage usó la serie melódica do-la-sol-mi, correspondiente a las notas musicales de su apellido.

— ¿Para cuándo una nueva historia del sargento Beltrán?
— Me encuentro ahora en fase de documentación de la próxima aventura del sargento Beltrán y el cabo Alonso, los dos hombres al frente de la Unidad de Homicidios de la Guardia Civil en la provincia de Alicante. De nuevo, su trabajo les llevará a la ciudad de Del Monte, trasunto de mi Novelda natal y protagonista en parte de "El asesino del pentagrama".

— ¿Qué opina sobre la nueva literatura negra escrita en castellano?
— Lo bueno de la "literatura negra" es que es un género que no pasa de moda, que nunca ha dejado de tener buenos autores y un público fiel. Hay siempre, cada equis tiempo, un boom de un género en concreto, y todos los autores (noveles o no tanto) se lanzan sobre ese género para sacar tajada y aprovechar el tirón. Con el género negro no pasa eso: desde el siglo XIX hay ejemplos en castellano de literatura negra o policíaca, con obras de Pérez Galdós. Y en la actualidad, desde nuestra transición, los autores son conocidos por todos: Montalbán, García Pavón, Sánchez Soler, Andreu Martín, Francisco González Ledesma, etc.

— ¿Qué le aporta a nivel personal la novela negra?
— Los autores que publicamos género negro lo hacemos con la responsabilidad de retratar la sociedad, o una pequeña parte de ella, en nuestras páginas. Al escribir "El asesino del pentagrama" (que es más bien una novela policíaca con un profundo trasfondo musical) lo hice pensando en cada punto de la investigación, algo que supone todo un ejercicio científico de planificación y elaboración. En la novela que estoy ahora esbozando tiene más peso la crítica social, por lo que esa planificación previa es diferente y requiere un nivel de concentración mayor por mi parte, también por el hecho de haber tres personajes principales muy diferenciados.

— ¿Es de los que piensan que la novela negra es de las pocas formas que quedan en literatura de hacer novela social o crónica social?
— Rotundamente, sí. Será más o menos "negra", pero es el único género que transpira realismo social en todas sus páginas. Según lo dura que sea la novela, según lo negra que sea, será más crítica social novelada o novela con apuntes de crítica social, pero considero que es el único modo de relatar las convulsiones sociales que nos rodean, y que nos han rodeado siempre. Por eso la literatura negra es atemporal y no debe morir.


Usted es músico, poeta y escritor de novela negra. Explíquenos esa bella, pero curiosa combinación creativa.
Es una combinación que me acompaña desde hace muchísimos años. Aprendí a leer siendo muy pequeño, casi de modo autodidacta, así que, cuando llegué al colegio, prácticamente ya sabía leer y escribir, por lo que la mayor parte del tiempo en la clase lo pasaba yendo y viniendo de la biblioteca de la escuela y leyendo. Me leí la mayoría de los libros del colegio, y luego continué con los de la biblioteca municipal. Cuando las historias empezaron a surgir en mi cabeza sentí la necesidad de escribir. Por aquel entonces, ya era un estudiante de solfeo y trompeta. Desde entonces, la pasión por la literatura (escribiéndola o leyéndola) y la pasión por la música siempre me han acompañado. De algún modo, "El asesino del pentagrama" es un homenaje a esas dos pasiones.

¿Qué le ofrece la literatura que no tiene la creación musical y viceversa?
Cualquier tipo de creación artística supone un reto para el autor. Supone sentarse a "narrar" una historia dirigida a un público en concreto. Ya sea un poema, una obra musical o una novela, siempre procuro tener en cuenta el qué, el cómo y el para quién. Cuando esos tres interrogantes tienen respuesta, poner la maquinaria en marcha ya es cuestión de tiempo y esfuerzo.

¿Qué escritores le han influido en la novela? ¿Y cuáles son sus favoritos?
Como lector de novela negra o policíaca que he sido siempre, es innegable que la influencia de Arthur Conan Doyle y las historias de Sherlock Holmes que leí de joven está presente, así como también la figura del detective Flanagan (creado por Jaume Ribera y Andreu Martín). Mis autores de referencia son Chuck Palahniuk, por esa ironía y acidez que recorre sus obras; Haruki Murakami, por su retrato del ser humano; y Paul Auster, por la gobernabilidad del azar y las casualidades. Aunque no sean autores de literatura negra al uso, sí son maestros de la escritura y creadores de historias que perduran en el recuerdo mucho tiempo después de haberse leído. Y a eso es a lo que cada escritor debería aspirar.


Puedes leer a Sergio Mira Jordán en:

El asesino del pentagrama de Sergio Mira Jordán

El asesino del pentagrama
Sergio Mira Jordán

Colección ESTRELLA NEGRA, Nº4
330 páginas • I.S.B.N: 978-84-940581-9-6• 15€
Fotografía de cubierta: Elena Peñalta Catalán


2ª edición

Unos sanguinarios crímenes empiezan a cercar un tranquilo conservatorio de música habitado por unos personajes ambiguos y misteriosos, atrapándonos como notas de un pentagrama mortal. Y siempre bajo el enigma de las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach... <<Más>>

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